La fotocatálisis como sistema de lucha contra la COVID-19

Es posible prevenir la transmisión de la COVID-19 mediante el uso adecuado de la tecnología de la fotocatálisis como sistema de lucha contra la COVID-19.

¡Instálalo ya en tu lugar de trabajo!

Según la OMS, 8 de cada 10 personas que viven en ambientes urbanos respiran un aire con unas concentraciones de contaminación superiores a las recomendadas. En este aire pueden encontrarse virus, bacterias y compuestos contaminantes como COVs, SOx, NOx.


La crisis mundial por la pandemia de la COVID-19 abre un debate acerca de cómo mejorar nuestros sistemas de ventilación y aire acondicionado. Según la OMS no existen evidencias científicas, pero se reconoce que, en según que ambientes interiores, el coronavirus puede permanecer en el aire y una persona pasa el 95% del tiempo de su vida diaria en ambientes interiores. Por ello, la importancia de ser capaces de eliminarlo del ambiente para evitar el aumento de contagios puede ser decisivo. Existen muchos métodos que aseguran ser eficaces para reducir la concentración de las partículas en suspensión que pueden contener este virus, pero diversos expertos apuntan a la fotocatálisis como uno de los sistemas a tener en cuenta para el futuro.


Por este motivo, en Nessa Global Solutions te presentamos nuestros nuevos equipos que unen las últimas tecnologías para ofrecerte los mejores sistemas para la lucha contra la COVID-19 y muchos otros contaminantes.

¿Qué es la FOTOCATÁLISIS?

La fotocatálisis puede servir por lo tanto también para eliminar muchos compuestos contaminantes y nocivos para el medio ambiente.


La fotocatálisis se define como la aceleración de una fotorreacción en presencia del catalizador adecuado, reacción en la que se dan procesos de oxidación y reducción. La fotocatálisis más conocida es la producida por la acción de la luz solar al activar un catalizador en presencia de oxígeno.


El material más utilizado para este tipo de fotorreacciones catalíticas es el dióxido de titanio, TiO2. El dióxido de titanio forma parte de la tecnología del siglo XXI para purificar y desodorizar el ambiente. La actividad fotocatalítica ha sido ampliamente estudiada durante años en aplicaciones de esterilización, desinfección y descontaminación en salas estériles para industria y hospitales.

¿Cómo se aplica?

La mayoría de los sistemas presentes en el mercado funcionan de una forma muy parecida, utilizando superficies de material catalítico en los que se producirá la reacción. Para favorecer esta fotorreacción el material más utilizado suele ser el dióxido de titanio (TiO2).

Esta tecnología se aplica en ambientes interiores y las instalaciones constan de unos módulos purificadores que, al ser traspasados por un flujo de aire, generan una reacción fotoquímica añadiendo un átomo de oxígeno a la humedad del aire para dar como producto el peróxido de hidrógeno (H2O2 o agua oxigenada). Este compuesto tiene una alta capacidad desinfectante que al reaccionar con los microorganismos o contaminantes consigue descomponerlos para dar agua y dióxido de carbono (H2O y CO2).

Aplicaciones

La fotocatálisis con TiO2 suministra aire fresco rico en oxígeno, limpio y estéril que permite un buen efecto desinfectante. Purificando el aire se evita la propagación de enfermedades.


Gracias a sus propiedades antibacterianas, antifúngicas y desodorantes las películas fotocatalíticas se aplican cada vez con más frecuencia para reducir el olor, purificar, reducir la contaminación ambiental y en la esterilización del aire, que son la clave para la prevención y control de las enfermedades transmitidas por el aire. Este tipo de sistemas tiene una efectividad del 99% frente a la carga microbiana, elimina olores y mohos y disminuye la concentración de los contaminantes. Sus ámbitos de aplicación son muy amplios:


Alimentación: Eliminación de moho y bacterias y mejora de la conservación.

Industrial: Desinfección de tuberías, canales y ambientes reduciendo la contaminación de agentes contaminantes químicos o biológicos. Mejora la calidad de los ambientes de trabajo.

Médico u hospitalario: Reducción de la proliferación de microorganismos.

Residencial: Eliminación de bacterias, alérgenos y olores.

Oficina: Eliminación de microorganismos, alérgenos y olores. Mejora de la productividad y la calidad del ambiente de trabajo.

Restaurantes y hoteles: Reduce la proliferación de microorganismos y mejora la productividad en cocinas y obradores. Mejora la estancia de los clientes al eliminar olores y microorganismos.

Transportes: La eliminación de microorganismos y la menor exposición a la contaminación genera un ambiente de trabajo más saludable.

Ventajas frente a otros sistemas

El uso de este sistema, al no ser tóxico, permite la eliminación continua de agentes que pueden perjudicar nuestras vías respiratorias o incluso enfermarnos, mientras las personas están presentes. Esta desinfección continua afecta también a la reducción de la concentración de partículas pequeñas y eliminación de olores. El tratamiento puede utilizarse también para la desinfección de superficies y la reducción de la cantidad de polvo.


Desde el punto de vista energético, este sistema permite un ahorro energético y reduce las tareas de mantenimiento de nuestros conductos. Permite, además, cumplir con el RITE en lo que a calidad del aire se refiere (ODA 1, ODA 2 y ODA 3), contribuyendo a que en hospitales, laboratorios, oficinas, museos o locales de ocio en grandes superficies tengan una calidad del aire adecuada.


En edificios donde se den las ODA 2 y 3, es posible sustituir los filtros tradicionales de gases por sistemas de oxidación fotocatalítica.


Las ventajas más significativas son la mejora de la salud y la purificación y desinfección de ambientes mientras las personas están presentes ya que no es tóxico. Permite a su vez, la eliminación de amoníaco y la reducción de las emisiones de gases. Por otro lado, el sistema puede desempeñar su papel asegurando una al no estar involucrado el fotocatalizador de TiO2 en el proceso de reacción directamente.

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